2017-09-02

La presa va a la caza


Un conejo se levanta una mañana busca un arma en su casa y sale en temporada de caza, sale pero nunca regresa porque era temporada de conejos; las palabras con las que inicio la entrada parece un chiste negro hasta algo muy estúpido, si alguno recuerda hasta Bugs Bunny salia corriendo de su cazador con un poco de gracia pero no esperaba que disparara para hacerlo (que yo recuerde)

En realidad el titulo debería ser : La presa no va a la caza, es decir que se queda en un lugar seguro, mas si sabe que su vida esta en peligro, pero los animales no pueden saber que es la temporada de caza porque no pueden leer las advertencias pero nosotros somos seres capaces de escuchar, de ver, de leer las advertencias.

En nuestra vida,en muchas situaciones, estamos en temporada de caza y el cazador esta siempre en acecho, la Biblia lo dice claramente:
"Sed, sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda buscando a quien devorar." 1 Pedro 5:8
pero nosotros, llegando a ser más tontos que un animal, bajamos las defensas, salimos de los cuidados de Dios y somos cazados por el enemigo.

Así como un cazador se prepara y busca lo necesario para atraer a su presa a un lugar donde atraparlo, matarla y llevárselo a casa, hace lo mismo el Diablo; pero a diferencia de una persona, en la mayoría de los casos sale a cazar de ves en cuando, nuestro enemigo es un cazador experimentado, conoce muchas formas de atraer una presa.

Ese dicho que dice que el diablo sabe más por viejo que por diablo,  puede tomarse como cierto en el sentido de que esta desde el inicio de la humanidad y a probado, probado y probado estrategias para alejar al hombre de Dios y ha tenido un resultado masivo, por eso la biblia esta llena de advertencias:

"Hijo mió, si los pecadores te quisieren engañar no consientas. Si dijeren: Ven con nosotros: pongamos acechanzas para derramar sangre, acechemos sin motivo al inocente; Los tragaremos vivos como el Seol, y enteros, como los que caen en un abismo; Hallaremos riquezas de toda clase, llenaremos nuestras casas de despojos; Echa tu suerte entre nosotros; tengamos todos una bolsa.
Hijo mio, no andes con camino con ellos. Aparta tu pie de sus veredas, Porque sus pies corren hacia el mal, y van presurosos a derramar sangre. Porque en vano se tenderá la red ante los ojos de toda ave; Pero ellos a su propia sangre ponen acechanzas, y a sus almas tienden lazo." Proverbios 1: 10-18

Estos versículos de Proverbios advierte de una de las estrategias de caza del enemigo, la presión social; el mundo te exige un modo de actuar para conseguir las cosas y seguro que va estar completamente alejado de Dios, de lo que quieres que hagas y de su corazón pero muchas veces hacemos oídos sordos y caemos en la trampa, para no caer en las mismas no debemos entrar en donde están colocadas.

Se preguntaran porque subraye los últimos versículos que cite de proverbios, (si no te diste cuenta dales un vistazo de nuevo, nunca esta mal releer), es porque primero dice que son tan obvios al acechar a las aves que jamás se acercarían a su trampa, como seres humanos podemos reconocer cuando alguien es malo, cuando sus intenciones son robarnos, o cuando vemos que siempre esta causando problemas y nos alejamos todo por instinto de supervivencia ( en muchos casos solo son prejuicios).

Si vemos ellos se ponen trampas a si mismos, caen en las trampas que pusieron a otros, son cazados por ellos mismos, esto es importante porque somos capaces de decirle a otro: tu me trajiste aquí le falle a Dios por tu culpa, o diríamos es que no quería que se burlen de mi y hice lo que querían ahora me siento mal.

Lo diré en mayúsculas: SI CAÍSTE EN LA TRAMPA DEL CAZADOR ES PORQUE LO PERMITISTE, PORQUE ACECHAS TU PROPIA VIDA; un cazador siempre observa a su presa, y sabe que le gusta, cuales son las cosas que conquistan sus ojos, lo mismo el Diablo, esta ahí acechando observando que cosas del mundo o de la carne todavía ejercen influencia en ti y las lanza a tu alcance y muchas veces, me incluyo, las alcanzamos y caemos.

Por eso debemos dejar que Dios cambie nuestra vida, restaure las cosas y hasta genere en nosotros hábitos, acciones y demás que desconcierten al cazador, que cada vez estemos más cerca de Dios y podamos reconocer la presencia del cazador para salir corriendo.

Pensemos si un conejo leería temporada de conejos, no saldría de su casa porque quiere seguir viviendo, bueno nosotros estamos en temporada de caza, vivamos bajos las alas del Señor, habitemos en su presencia para disfrutar de la vida que nos ofreció y no dejemos que el enemigo nos atrape.

No hay comentarios:

Publicar un comentario