Sin duda una de las formas de hablar acerca de Jesús más impresionantes que conozco es como e León de Juda, y estoy seguro que no comprendo todo su sentido, aseguro que solo lo entere cuando Dios nos venga a buscar, pero este nombre es motivo de canciones, de poema por su densidad de significados e imágenes que pueden surgir.
Una de las formas de considerar este nombre y un intento de darle un sentido completo que abarque todas las áreas a las que se hace referencia cuando se dice: EL LEÓN DE JUDA, esta en las Crónicas de Narnia: Aslan es una forma en representar a Cristo considerando que en la biblia se lo nombra como el León.
Puedo recordar muchos momentos, cuando leía esta serie de Novelas, que esperaba que Aslan apareciera y poder imaginar su imagen imponente ayudando al pueblo de Narnia, era una de las escenas que más quería leer pero al pasar las páginas me encontraba con algo mucho más lindo o más trabajado: la relación de Lucy con Aslan, la amistad que tenía la más pequeña de los hermanos con el creador del mundo.
La primera vez que lo leí, solo veía esa relación como una formula de escritura del libro, algo que en la ficción de Narnia quedaba bien pero pasado el tiempo me di cuenta que era algo más, se trataba de una forma literaria de hablar de una relación con Dios.
De todos los momentos que pasaban juntos en Narnia, hay uno en el que quiero hacer énfasis especial y es cuando Lucy, se duerme en el regazo ( melena) de Aslan, es una escena que nos saca suspiros y decimos: que tierno; pero nos olvidamos que se trata de una niña durmiendo en la melena de un León, sigue siendo imponente, no porque este al lado de una niña debe perder su fuerza, por lo contrario Lucy descansa en el regazo de Aslan porque confía plenamente en su poder, en su amor, en quien mostro y le dijo quien era.
La relación que tenían era muy cercana, tanto que Lucy es la primera en ver a Aslan en El principe Caspian, demostrando su confianza, su fe a que el jamás abandonaría Narnia; sin duda los hermanos de Lucy tenían una relación con Aslan pero no recuerdo que alguno haya dormido sobre su regazo, si cerca pero no sobre su regazo.
Lucy actuaba con la misma confianza que tiene un niño pequeño para con su padre, se acerca y se duerme sobre su regazo, porque conoce todos sus cuidados, ahora me pregunto: ¿actuamos como Lucy?, ¿tenemos una relación tan cercana con Dios que descansamos en su regazo?
Se que a diferencia de nosotros Lucy, es un personaje de ficción que no cambia que tiene siempre las mismas características que su confianza en Aslan no decae ni crece, pero sobre todo no tiene el mal de la memoria que se olvida tantas cosas; no podemos actuar como Lucy pero podemos encontrar una gran lección en su relación con Aslan.
Es un modelo ideal de la relación de un cristiano con Dios, pero también en la Biblia hay poesias que nos dicen porque, para ser como Lucy, debemos ser constantes en recordar quien es el León de Juda:
"Pero engordó Jesurún, y tiro coces (engordaste, te cubriste de grasa); entonces abandonó al Dios que lo hizo, y menospreció la Roca de su salvación. (...) De la Roca que te creó te olvidaste; te has olvidado de Dios tu creador." Deuteronomio 32: 15-18
Jesurún es una forma poética de hablar de Israel, y la Roca es una forma de llamar a Dios por las dudas lo aclaro, muchos somos así cuando nos sentimos vulnerables, enfermos vamos a Dios, engordamos o sea nos curamos, se soluciona el problema por el que "nos acercamos a Dios" y cuando pasa, nos vamos y no descansamos en Él.
Somos propensos a olvidar de donde nos rescató Dios, y como actúa cada día a nuestro favor:
"Le halló en tierra de desierto,y en yermo de horrible soledad; lo trajo alrededor, lo instruyó, lo guardo como a la niña de su ojo. Como el águila que excita su nido, revolotea sobre sus pollos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas, Jehová solo le guió, y con él no hubo dios extraño. " Deuteronomio 32:10-12
Todo eso Dios hizo por nosotros y espera que tengamos una relación cercana con Él, tan cercana como la que tenia Lucy con Aslan que se acostaba en su regazo en plena certidumbre y confianza de quien era y de lo que hacia a favor de todos.
Descansar en el regazo del León de Juda, es tener confianza plena en Él, es poder hacer de Él nuestro lugar más seguro en el mundo, poder sentir el olor de su gracia, poder vivir su fortaleza y sentir sus latidos para darnos cuenta que seguimos un Dios vivo que quiere darnos vida.
Todos podemos tener una Lucy en el alma, una pequeña niña que no duda sino confía, y que convierte a Dios en su lugar de paz, de descanso.
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