2019-03-17

PREOCUPARSE POR LOS OTROS


Las palabras vienen y se van, la inspiración surge de momentos diversos y diferentes llenos de emociones encontradas o de situaciones que movilizan el alma. La verdad que en este tiempo estaba atrapado en el silencio y no sabía sobre que escribir, obligarme a hacerlo era un error por lo que tuve que esperar pacientemente, hoy encontré algo porque escribir.

Mi tía Eve vive lejos, no la veo hace mucho y se que le encanta hablar por teléfono, en gran manera. y mientras escuchaba lo que hablaba con mi papá, no se preocupen no hablaban nada secreto o privado, me di cuenta de algo que ella se preocupa mucho por la gente, diría que más de lo que el promedio de la gente. 

El preocuparse por los demás, no solo es una cualidad admirable en las personas sino que es a su vez una marca indiscutible de la vida cristiana, pensemos lo bien, el mayor ejemplo que tenemos como cristianos es Cristo, quien antes de ir a morir por cada uno de nosotros, intercedió por cada uno de nosotros, aún cuando se enfrentaba a un gran dolor.

Otro ejemplo de intercesión, que me sorprende cada vez que pienso en el tema es Moisés, hay muchas porciones en la Biblia que hablan sobre su vida de oración pero siempre por la vida de los otros, la mayoría de las veces por personas que, si lo pensamos humanamente y sin amor, no se merecían una oración a su favor.

Veamos un ejemplo claro de esto, cuando el pueblo de Israel hace el becerro de oro en el desierto provocando la ira de Dios, cuan necios y cuan rebeldes eran pero así lo hicieron. Moisés relata en Deuteronomio capitulo 9 que intercedió por ellos, veamos un poco el pasaje:

Oración de Moisés por Israel
Entonces me postré delante del Señor los cuarenta días y cuarenta noches, lo cual hice[h] porque el Señor había dicho que los iba a destruir. 26 Oré al Señor, y dije: ‘Oh Señor Dios[i], no destruyas a Tu pueblo, a Tu heredad, que Tú has redimido con Tu grandeza, que Tú has sacado de Egipto con mano fuerte.27 ‘Acuérdate de Tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires la dureza de este pueblo ni su maldad ni su pecado. 28 ‘De otra manera los de la tierra de donde Tú nos sacaste dirán: “Por cuanto el Señor no pudo hacerlos entrar en la tierra que les había prometido[j] y porque los aborreció, los sacó para hacerlos morir en el desierto.’ 29 ‘Sin embargo, ellos son Tu pueblo, Tu heredad, a quien Tú has sacado con Tu gran poder y Tu brazo extendido.

Moisés oro por mucho tiempo, cuarenta días y cuarenta noches. Una perseverancia admirable, pero el no solo intervenía al favor del pueblo, no era indiferente a ellos y constantemente buscaba su bien, y una de las mejores formas que lo hacia era por medio de la oración. 
Pensé en este ejemplo mientras mi tía hablaba porque contaba como Dios ponía el peso en su corazón para orar por las personas, por desconocidos, por personas que vio una sola vez, que no sabe nada de su vida pero que ruega porque Dios manifieste su gracia para con ellos.  Aún en la distancia eso es de bendición a mi vida.
También como seres humanos tendemos a la indiferencia, a preocuparnos por nuestros propios males pero no por los ajenos, no seamos indiferentes y hagamos de la oración nuestra herramienta favorita para bendecir a los otros, porque solo Dios, solo su poder puede beneficiar a los otros de manera eterna y perfecta.



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