2017-02-10

TRISTE SEMEJANZA

Leer muchas veces nos absorbe tanto que terminamos viajando al mundo que el narrador construye, no solo estamos viendo ese mundo sino que caminamos junto con los personajes y hasta podemos identificarnos con ellos, considerarlos semejantes a nosotros.

Eran las 22:00 horas,  el momento en el que la mamá de Juan se acercaba a su cama y le comenzaba a leer el mismo libro de todos los días; a Juan le encantaba ese momento del día porque sentía que viajaba por medio de la imaginación a los lugares de los que el libro hablaba y lo mejor que mientras escuchaba la dulce voz de su madre leer cada una de las palabras pasaba del mundo imaginario al mundo del sueño, su mente continuaba el viaje.

La historia que ya había empezado hace unas cuantas semanas, ese día tenia a un personaje que llamaba mucho su atención: un muchacho fuerte, llevaba armadura y era muy valiente había enfrentado a muchos enemigos, no solo los enfrento sino que había ganado hasta ahora. Tenía su espada a un costado y caminaba entre los distintos pasillos de una ciudad amurallada, estaba buscando a alguien con desesperación.

Caminó durante horas y no lo encontraba, Juan quería que encontrara a quien buscaba porque era alguien muy singular; estaba ansioso y le pidió a su mamá que se apurara para escuchar sobre ese encuentro, su madre leía estas palabras:

"Entrando Jesús en Capercaneum, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va, y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo haz esto y lo hace. Al oírlo Jesús,se maravilló y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe." MATEO 8: 5- 10

Juan sabía que Jesús podía lograr lo imposible y que si alguien le pedía ayuda con fe, le haría el bien que les esta pidiendo, pero su mamá le dijo algo sobre ese soldado que buscaba a Jesús, eso era que no era judío por lo tanto el no tenía el mismo conocimiento que cualquier judío tendría sobre Dios, pero él conocía la fama de Jesús y fue con total confianza, por eso la sentencia de Jesús sobre este hombre:
  Al oírlo Jesús,se maravilló y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.

Juan, quedo muy impactado por esto y le dijo a su mamá: ma, entonces no hay que saber todo de Dios para confiar, entonces de que sirve aprender la biblia. Si confiando ya fue suficiente.
y la mamá le respondió: el soldado confiaba en Jesús porque tenía fe y aceptaba su poder, reconocía que Jesús es Dios.
Mira, conocer de Dios es importante porque ayuda a que crezca nuestra fe,  pero si solo lo aprendemos y no lo vivimos, no va a servir mucho. Bueno, ya es hora de dormir, hasta mañana.
Y después de esto lo dejo solo en su habitación, pese a que tiene 10 años Juan entendió que conocía de Dios pero no tenía fe, es decir que era semejante a los judíos que no creían en el poder de Jesús. Entonce tal como el centurión del pasaje, confío en Dios, acepto lo que le ofrecía porque reconocía que era Dios.

Muchas veces los que somos de hogares cristianos conocemos mucho de la biblia, puede que hasta seamos salvos pero le damos tanta autoridad a las situaciones que vivimos que olvidamos que Dios es creador de todo y tiene autoridad sobre todo, espero que todos seamos semejantes a este centurión que tuvo fe y acepto la autoridad de Cristo a tal grado que solo su palabra le faltaba.
Por eso si pedimos a Dios, por nosotros o por otros confiemos en su autoridad y en su poder que es perfecto.

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